El sucesor de Brunet Debaines en el cargo de
Arquitecto de Gobierno fue el destacado profesional galo Lucién
Ambroise Henault. Nacido en la ciudad de Baziches. Fue discípulo
de Louis H. Lebas, el autor de Nuestra Señora de Loreto
en París; asistió a sus clases del Beaux Arts.
También fue alumno de Ingres en artes plásticas.
Correspondió a Henault continuar las obras iniciadas
por su antecesor, incluyendo sus tareas de enseñanza
en el Curso de Arquitectura. En 1857 ya se encontraba en plena
labor en los edificios inconclusos del Teatro Municipal y
del Congreso Nacional, ambos dentro de la concepción
neoclásica decimonónica afrancesada que le había
impreso Dabaines.
La línea de Henault tendía a
una mayor ligereza de formas dentro de los cánones
greco-romanos. Debaines, por su parte, propendía hacia
un neoclásico más puro, más austero y
racional. Había una diferencia mayor en la valoración
que le daba cada uno, al románico y al gótico
como estilos referentes. Mientras Debaines no los consideraba
para nada, Henault les tenía, al parecer más
simpatía, lo que demostró cuando proyectó
en un estilo neo románico la Iglesia de los Sagrados
Corazones en el puerto de Valparaíso, y la de San Miguel,
posteriormente llamada de La Gratitud Nacional, en estilo
neogoticista en la Avenida Bernardo O'Higgins de Santiago
de Chile. Otro tanto hizo con la Ermita y la Capilla del cerro
Santa Lucía, construidas por iniciativa del Intendente
Vicuña Mackenna como parte de las obras de hermoseamiento
de la ciudad.
Según el Arqto. Fernando Riquelme, las
obras que mejor lo representan son: el edificio de la Casa
Central de la Universidad de Chile -denominado entonces el
"Palacio de la Universidad"- como obra pública,
y la mansión de Luis Pereira, como edificio particular.
El palacio universitario fue la primera obra
que encomendó el Gobierno al arquitecto francés.
En 1857 inició los estudios del proyecto que comenzó
a materializarse en 1863. Actuaba como constructor y contratista
Fermín Vivaceta, el discípulo chileno de los
dos profesionales franceses que iniciaron la enseñanza
de la arquitectura en el Instituto Nacional, entonces dentro
de la Universidad. Correspondió a este último
continuar, ya como arquitecto, las obras del edificio universitario
al dejar Henault las obras con motivo de su vuelta a Francia
en 1872.
La solución del edificio de la Universidad
responde, planimétricamente, al esquema de un palacio
renacentista: un eje de simetría central que conecta
un gran vestíbulo de ingreso al gran Salón de
Honor, de triple gradería para el público y
de planta ortogonal, con columnas de orden toscano en el primer
nivel y corintio en el segundo, dos grandes patios laterales
flanquean este salón, ordenados en el otro gran eje
de simetría longitudinal, con idéntica disposición
de columnas. La fachada principal hacia la Alameda B. O'Higgins
posee una composición de dominante horizontal que se
contrapone a un frontón principal en la portada de
acceso y a sendos frontones laterales que rematan sus bordes.
Su sobriedad, de gran pureza de líneas, le otorgan
una serena expresión que parece según el Arqto.
Riquelme, muy acorde al espíritu universitario que
perseguía su primer Rector.
Fte. de extracto: RIQUELME, Fernando,
"Neoclasicismo e historicismo en la arquitectura de Santiago",
en: De Toesca a la Arquitectura Moderna 1780-1950, op. cit.
en Bibliografía, pp. 34-35.
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